martes, 3 de abril de 2012

Fly away

Dime si no sería bonito eso de salir volando, colocarse en frente de la ventana, retroceder unos pasos, coger impulso y volar. Volar lo más lejos posible, hasta rozar la punta de la Torre Eiffel o a posarse sobre la torre Pisa. Dejar a todos los pájaros atras y seguir agitando las alas. Dime si no sería bonito huir de vez en cuando de tal manera. Sí, lo sé, tal vez se me hallan metido alguno de esos pájaros en la cabeza...

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